Ya utilice DHCP de ISC o Windows, implementar y administrar un servicio de DHCP acarrea quebraderos de cabeza:
- La puesta en marcha del DHCP requiere conocimientos de configuración profundos y detallados.
- La actualización de las configuraciones de DHCP lleva mucho tiempo y es propensa a errores, especialmente en organizaciones con necesidades de aprovisionamiento complejas. Una mala configuración podría provocar la caída de su red.
- Puede resultar difícil obtener una información clara sobre qué direcciones están en uso y cuáles quedan disponibles en el espacio de direcciones. Sin visibilidad, es imposible planificar y controlar eficazmente su espacio de direcciones IP.
- No existe un conocimiento histórico sobre las concesiones de IP o la búsqueda de información relevante puede llevar horas.
- Las tareas de mantenimiento del servidor, como la actualización de software, requieren por lo general reiniciar el servidor y, en consecuencia, pueden dar al traste con cualquier aplicación que dependa de DHCP y sea crítica en cuanto al tiempo.
- Las actualizaciones de software pueden afectar a los archivos de configuración existentes. Solucionar el problema es cuestión de ensayo y error, y puede llevar mucho tiempo
- En redes de ámbitos divididos, varios servidores DHCP comparten los mismos datos en bases de datos diferentes, lo que ocasiona que el servicio sea vulnerable y difícil de administrar, debido a las actualizaciones vinculadas a las visiones de la red correspondientes a cada servidor.
- Configurar un mecanismo de conmutación por error fiable es realmente difícil, pero sin él, cualquier fallo en el servidor DHCP conduce a periodos de inactividad de la red y a una recuperación de datos que requiere mucho tiempo.
- DHCP de Windows plantea retos particulares: inestabilidad, problemas de rendimiento, ausencia de información histórica, dificultad para solucionar los problemas, carencia de conmutación por error, y ámbitos divididos problemáticos.
Tanto si se trata de una empresa con grandes implementaciones de telefonía IP o planes de BYOD que administrar, además de sus PC existentes, como si es un ISP que necesite asignar dinámicamente direcciones a los routers de sus clientes, un appliance DHCP dedicado puede ayudarle. Simplificará la administración cotidiana, mejorará la visibilidad y el control del uso de IP y le proporcionará un alto nivel de resistencia y disponibilidad.
Más fácil de implementar y usar
Las herramientas de automatización reducen los pasos necesarios para la configuración inicial y recurrente, incluyendo la creación de subredes, concesiones y vistas. Los administradores de red podrán configurar los servicios de DHCP en menos tiempo que con los procesos manuales. Por ejemplo, se tarda un par de minutos en configurar un DHCP de conmutación por error con una herramienta de DDI, mientras que puede llevar horas escribir los archivos de configuración adecuados. 
Con una interfaz de usuario entre el administrador y el servidor, la edición de datos puede realizarse mediante pasos claros y lógicos, con lo que estas tareas se vuelven más intuitivas. La validación permite delegar con seguridad la administración en miembros menos experimentados del equipo.
Visibilidad de su uso de IP
Cuando audita sus direcciones IP, quiere disponer de una imagen completa de la red:
- Información precisa sobre qué subred está brindando servicios de DHCP.
- Datos actuales e históricos sobre concesiones: qué IP se han concedido a qué clientes y cómo se utilizan.
- Qué direcciones IP pertenecen a dispositivos no permitidos en su red y deberían bloquearse.
- Qué volumen de su espacio de direcciones está asignado actualmente a los clientes.
Con un appliance dedicado, puede obtener una visión integral en tiempo real del uso de direcciones IP de su servicio de DHCP, con información gráfica fácil de leer y con los detalles de configuración de cada dirección expuestos claramente. Esto le permite controlar eficazmente la asignación de direcciones IP y poner en marcha un plan para atender a los dispositivos que entran y salen de la red. Cuando se tienen varios servidores distribuidos, algunas soluciones de DDI como DNSBOX le otorgan una visibilidad global de todo su servicio de DHCP desde una interfaz centralizada.
DHCP ‘siempre activo’
La principal prioridad es garantizar la máxima disponibilidad de este servicio de red vital para muchas organizaciones. Las herramientas de validación pueden suprimir los errores de configuración que pondrían en peligro la estabilidad de su servicio de DHCP. Si una configuración propuesta contuviese conflictos o valores inaceptables, la herramienta se negaría a implementar los cambios y proporcionaría una descripción detallada de qué datos son válidos y por qué. Tener un plan de respaldo para su servicio de DHCP protege aún más su red ante fallos costosos. Un appliance puede facilitar mucho la configuración de pares de DHCP de conmutación por error. Con unos pocos clics, puede establecer procesos que sincronicen los datos entre servidores, y configurar los parámetros para su mecanismo de conmutación por error. Algunas soluciones de DDI como DNSBOX le permiten programar actualizaciones de firmware en los momentos en que es menos probable que se vean afectadas las aplicaciones vitales.
