Ya utilice DHCP de ISC o Windows, implementar y administrar un servicio de DHCP acarrea quebraderos de cabeza:
- La puesta en marcha del DHCP requiere conocimientos de configuración profundos y detallados.
- La actualización de las configuraciones de DHCP lleva mucho tiempo y es propensa a errores.
- El impacto de un problema de configuración es grande: un simple error tipográfico podría provocar la caída de la red.
- Mala visibilidad del uso de las direcciones IP actuales y de los datos históricos de concesiones.
- Dificultades para implementar la redundancia y mantener un servicio de DHCP ‘siempre activo’, sobre todo durante las actualizaciones y el mantenimiento del servidor.
Tanto si se trata de una empresa con grandes implementaciones de telefonía IP o planes de BYOD que administrar como si es un ISP que necesite asignar dinámicamente direcciones a los routers de sus clientes, un appliance DHCP dedicado puede ayudarle. Simplificará la administración del día a día, mejorará la visibilidad y el control del uso de IP y le proporcionará un alto nivel de resistencia y disponibilidad: