Una solución de gestión de DDI facilitará enormemente la administración de los nombres y números de su red, la planificación del uso de las direcciones IP y la ejecución de los servicios de DNS y DHCP. De hecho, la facilitará mucho:
- Simplifica radicalmente el trabajo requerido, con lo que ahorra tiempo y dinero.
- Aumenta el control sobre los datos implicados, el procesamiento de estos a cargo de las personas involucradas y el funcionamiento eficaz de los servicios a los que afectan dichos datos.
- Protege estos servicios esenciales contra las peligrosas amenazas de seguridad y los fallos del servicio.
Para muchas organizaciones, la administración de DNS, DHCP y la gestión de direcciones IP (DDI) es un reto. Cuando ApplianSys entró en el mercado de la DDI con DNSBOX en el año 2002, la tarea ya era, por una parte, grande y trabajosa y, por otra, compleja y difícil. Desde entonces, las redes han crecido enormemente y su complejidad ha aumentado. El quebradero de cabeza para los administradores de red es aún mucho mayor…
Las herramientas estándar han diseñado flujos de trabajo deficientes, por lo que es innecesariamente difícil
- Hay mucho que aprender y conocer sobre la configuración de los servicios de DNS y DHCP. Los administradores deben recordar el formato de datos correcto para las entradas, y estar familiarizados con protocolos complejos.
- Trabajar con una línea de comandos aumenta el nivel de dificultad y el aprendizaje que requiere.
- La edición de los datos de DDI parece pensada para complicarle la vida y darle más trabajo.
- Hay un montón de pasos repetitivos y de ‘copia y pega’ de un sistema a otro.
- Hay muchas cosas que hacer correctamente, tanto a nivel de sintaxis (tecleando bien los caracteres) como de lógica de la red (introduciendo los valores correctos y recordando los pasos adecuados).
- Con tantas cosas que recordar, las posibilidades de cometer un error son muchas.
- Hay varios servidores conectados que gestionar: tanto mantener cada uno de ellos como controlar los vínculos entre sí. Las herramientas estándar no lo ponen fácil.
El riesgo es alto, al igual que el impacto en el negocio si algo sale mal
- Los errores tienen dos costes potencialmente altos:
- Incluso un solo carácter mal tecleado podría significar un fallo del servicio de DNS o DHCP, con lo que la red dejaría de funcionar y podría ocasionar un gran problema empresarial.
- Cuando se produce un problema, buscar el error a menudo no es fácil y lleva mucho tiempo.
- Los servicios de DDI son un objetivo de máxima seguridad. Protegerse contra ataques como el envenenamiento de caché o el DoS es una tarea compleja con muchos aspectos que tener en cuenta.
- Un fallo en el servidor también puede conducir al desastre, por lo que la fiabilidad y la redundancia son preocupaciones clave.
La dificultad del trabajo conduce a problemas de personal
- Necesita a su personal más experimentado, que podría estar llevando a cabo otras tareas más productivas.
- Delegar incluso las tareas más sencillas en el personal subalterno es difícil de hacer con las herramientas estándar.
- Se vuelve dependiente de los expertos de su plantilla, por lo que si se marchan se encuentra ante un gran problema.
- En la mayoría de las redes grandes, lo más habitual es que la carga de trabajo esté compartida (tal vez incluso entre diferentes equipos y en distintos lugares) y fragmentada (con varias herramientas, no un solo sistema). Compartir genera un esfuerzo adicional de coordinación, y puede conducir incluso a un conflicto entre personas o departamentos.
Una solución de DDI integrada como DNSBOX lidia con estos quebraderos de cabeza y le hace la vida más fácil.