Las actualizaciones de software son un problema para muchas organizaciones: las redes se detienen cuando se lanza una actualización importante.
Los proveedores de software constantemente actualizan sus sistemas operativos, antivirus y otros paquetes de software. Los usuarios deben actualizar sus versiones regularmente para mejorar el desempeño, la facilidad de uso y la seguridad.
Estos archivos de actualización pueden ser enormes: una actualización de software importante puede consumir ancho de banda significativo y enlentecer el acceso en toda su red, ya que cada dispositivo descarga los archivos individualmente. La descarga simultánea de estos objetos pesados por parte de grandes grupos de usuarios afecta las redes de muchos ISP.
Normalmente, las actualizaciones de software no se pueden almacenar en caché: los caché tradicionales solo son efectivos cuando se solicita un archivo entero, pero a menudo, las actualizaciones solo requieren parte de un archivo. Entonces, estos cachés transmitirán el archivo parcial pero no lo almacenarán.
Cuando cachés inteligentes transmiten archivos parciales, también los descargan. De esta forma, las solicitudes pueden transmitirse desde el caché; problema resuelto.